La batalla del Túmin.

Millennial: crea tu propio dinero y sal del sistema, es una orden.

La batalla del Túmin inició en 2010 en la Universidad Intercultural de Veracruz como una propuesta alternativa a la economía especulativa del Banxico (Banco de México) que mantiene asfixiados a la inmensa mayoría de este país, sobre todo y para variar, a los pueblos indígenas de México, con sus políticas de priorizar la macroeconomía a costa de la economía real. Ese año de 2010 dio su primera batalla el Túmin, nació.

Un experimento local que ha alcanzado incluso, recientemente, a ganarle una batalla al gobierno federal mexicano (con minúsculas). El Túmin fue demandado por el Banxico, como banco central, como ilegal. Pero la PGR determinó que el Túmin es legal a partir de los derechos de usos y costumbres de los pueblos originarios.

Gol para el Túmin.

Una batalla más librada por la dignidad de la economía real donde vale lo que realmente vale una moneda simbólica. Que busca darle la vuelta a la especulación y experimenta con la verdadera convención de lo que significa el dinero: una conversión directa, un acuerdo comercial para el intercambio con valor real.

Alrededor del mundo hay muchos esfuerzos locales por competir con el violento sistema financiero global que tiende a centralizarse globalmente con todo y lavado de dinero a gran escala y paraísos fiscales como telón de fondo.

Las monedas locales paralelas, evitan satanizar la idea del dinero y al dinero en sí con el objetivo de que sea verdaderamente útil al intercambio y se aleje los más posible de las prácticas de control social que aplican muy bien a gran escala los grandes bancos centrales globales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco de pagos Internacionales, que por cierto será dirigido pomposamente a partir del próximo mes de octubre por nuestra eminencia global Don Agustín Carstens.

En muchos rincones del mundo se están creando este tipo de iniciativas con proyectos de moneda local. También hay esfuerzos en ese sentido con iniciativas globales como la del faircoin encabezado por la locura de Enric Durán, bautizado como el Robin Hood contemporáno quien realizó una expropiación legal de dinero a bancos comerciales en Cataluña para darlo a proyectos de cooperativas locales vía la aprobación de crédito, que obviamente ya no regresó ni pagó. Y qué el mismo dió a conocer como una acción política de resistencia que le acarreó la persecución.

Junto con las criptomonedas se empieza a dibujar así el cambio de paradigma respecto al dinero y las finanzas, que son ya el futuro ahora.

La idea de regresarle a la convención del dinero su propia dignidad me parece muy necesaria para la mentalidad millennial que más que con una edad o rango generacional tiene que ver con una actitud, una mentalidad. Y rescatar la parte positiva de esta actitud frente al mundo.

A pesar de todo, andamos optimistas.

Brixton_Pound

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