Triunfo de Macron:
- Sin duda el mundo debe regocijarse de que Marine Le Pen haya perdido las elecciones del pasado domingo en Francia. Hubiese sido desastroso para México y para el mundo que Le Pen ganara después de las dos ominosas experiencias del Brexit en Gran Bretaña y del triunfo de Trump el neofascista en EEUU. Le Pen representaba un salto cualitativo del país de Asterix hacia atrás como país abierto y como miembro fundamental de la Unión Europea. Macron tiene la desventaja de ser muy joven y de tener poca experiencia política, pero para muchos analistas esas características son justamente lo que lo hicieron convertirse en una esperanza hacia el futuro.
- Además le fue favorable que no perteneciera a ningún partido y que se definiera de centro-centro, esto es, más allá de la izquierda y la derecha tradicionales francesas. Su reafirmación de la pertenencia de Francia a la Unión Europea se convirtió en garantía de supervivencia de dicha Unión y del euro, lo que tranquilizó a los mercados. Gran Bretaña se quedó aislada y la alianza entre Alemania y Francia se quedó como el centro del tablero europeo. Además se puede suponer que desde el punto de vista económico y en materia de desempleo el pasado de Macron como banquero podría ser enormemente útil para el avance de Francia hacia el crecimiento y un mejoramiento significativo en el empleo.
- Más importante todavía es que las tendencias racistas, xenófobas y claramente neofascistas de la señora Le Pen fueron rechazadas mayoritariamente para tranquilidad de los franceses que pertenecen a las minoría musulmana norafricana y la minoría de africanos subsaharianos que viven en Francia. También podemos asumir que Marine Le Pen hubiera representado un nivel de enfrentamiento con los musulmanes que podría convertirse en un mayor reclutamiento de fundamentalistas nacidos en Francia con propósitos terroristas.
La posible alianza México-Canadá:
- Las constantes críticas al TLCAN por parte del presidente de Estados Unidos ha impulsado un acercamiento entre México y Canadá. Al parecer los empresarios mexicanos y canadienses ya tomaron en cuenta la oportunidad de negocio que hay si establecen una alianza estratégica entre ellos. Más allá México y Canadá empiezan a entender que será más fácil enfrentar a Trump desde una misma barricada que divididos por las provocaciones y chantajes del propio Trump. Curiosamente tuvo que llegar un presidente proteccionista tratando de derrocar el TLCAN para que la unión entre los dos socios menores del tratado se unieran a correr la misma suerte.
- Si bien México era el blanco principal del presidente estadounidense en las últimas tres semanas se ha endurecido también contra Canadá. La semana pasada, por ejemplo, el Gobierno de Trump impuso una serie de tarifas a la madera que importa de ese país. Por ello, la iniciativa privada de Canadá se ha concentrado ahora en diversificar sus mercados y México debiera hacer los mismo. El año pasado México exportó apenas 10 mil 427 millones de dólares a Canadá, cuando al mismo tiempo a Estados Unidos le vendió más de 302 mil 654 millones, según datos la Secretaría de Economía.
- Urge por tanto reequilibrar la intensidad de la relación económica con ambos países. Y no tanto para venderle menos a EEUU, sino para superar los desniveles de la balanza comercial entre Canadá y México. Sin embargo, es claro que para México y para Canadá la relación comercial con Estados Unidos es imprescindible y se antoja insustituible, pero sin duda la alianza entre México y Canadá puede ser el antídoto a las embestidas trumpianas para acabar con el TLCAN.
- Como vimos en entregas anteriores, el secretario de Comercio de EEUU, Wilbur Ross amenazó con que Estados Unidos buscaría que no hubiera un solo tratado comercial para la región sino dos tratados bilaterales simétricos, uno con Canadá y otro con México. No abundó en los detalles el funcionario del gobierno norteamericano, pero si realmente fuera un planteamiento serio para llevar a la negociación creo que deberíamos empezar a preocuparnos y revisar de qué manera México en alianza con Canadá pueden hacer una moción de orden para impedirlo.
- Trump pretende dividir a sus dos socios antes de negociar con ellos para debilitarlos, pero cabe reaccionar con un no de la parte mexicano-canadiense a modo de mancuerna para que Trump vuelva a pensar el significado de deteriorar la relación con ambos países a la vez. Sin duda, si sigue el neofascista en la necedad, puede abrogar unilateralmente el tratado, pero justamente es ahí donde la imaginación estratégica de México y de Canadá tienen revitalizarse hasta encontrar las palancas que contengan la barbarie proteccionista de Trump. Por ejemplo, ahora que Macron ganó en Francia y que tanto México como Canadá tienen tratados de libre comercio con la Unión Europea, se podría buscar un acercamiento geoeconómico del triunvirato de Macron, Trudeau y el mexicano que quede en la presidencia después de las elecciones del 2018.
- Aunque México estableció claramente que la negociación integral con Estados Unidos debía incluir todos los tópicos, incluyendo el comercial, también dejó siempre claro que el objetivo de nuestro país era la preservación del TLCAN, que es un tratado trilateral. De aceptar el planteamiento que adelantó Ross, sería tanto como cancelar de facto el TLCAN y a cambio verse obligados de establecer un nuevo tratado bilateral en materia comercial con Estados Unidos, lo que implicaría quedar más débiles en unas negociaciones que podrían hacerse interminables.
- Todos los participantes en la negociación original del Tratado de la región señalan que Canadá fue un factor clave para mejorar la capacidad negociadora de nuestro país. En el presente año, luego de que el gobierno de Trump intentara dar a Canadá un trato diferente al de México, hubo contactos entre los dos países y las llamadas telefónicas de Peña y Trudeau a Trump mostraron que los dos países respondieron coordinadamente ante la filtración de que el estadounidense se preparaba para salirse del tratado.
- La posición de México debiera ser un rechazo inmediato a la idea de establecer un tratado comercial bilateral. No olvidemos que la administración de Trump tiene una aceptación de sólo el 43.5% por ciento de los ciudadanos y un rechazo de 52.8% en las más recientes encuestas. Lo cual es al mismo tiempo una muestra de su debilidad y una muestra de su peligrosidad para México justamente por esa debilidad que lo llevan a buscar chivos expiatorios externos que paguen por sus derrotas interna. Pero por eso mismo México tiene que demostrar que no es objeto de chantaje. Aparte de insistir defensivamente que no aceptará negociación que divida en distintos compartimentos la relación bilateral. Migración, seguridad y comercio se negocian como parte del mismo paquete. Al menos esa es la posición que ha sostenido la Cancillería.
- México y Canadá tienen un compromiso con el libre comercio. En esa premisa coincidieron la semana pasada Stephen S. Poloz, gobernador del Banco de Canadá, y Agustín Carstens, su contraparte de Banxico. Ambos funcionarios se reunieron con empresarios mexicanos y representantes de la industria canadiense. Ahí, Carstens habló de la importancia de crear una alianza contra medidas que comprometan las políticas comerciales. Por su parte Poloz dijo lo siguiente: “en estos tiempos es importante no perder la visión en conjunto, sabemos que con el proteccionismo todos perdemos en última instancia, incluso el país que instaure dichas políticas (EEUU), y la incertidumbre en torno a esta amenaza de mayor proteccionismo está frenando el crecimiento; cualquier economista diría que el comercio abierto fomenta el crecimiento económico y el empleo. Sabemos cuáles son los efectos previsibles del proteccionismo. A lo largo de la historia hemos visto que los esfuerzos por proteger a las industrias y a los trabajadores contra la competencia extranjera son contraproducentes”.