Hágame usted el grandísimo favor, ni siquiera nosotros mismos nos podemos defender. Tiene que venir un papá mayor, desarrollado, para decir: el gobierno mexicano empobrece deliberadamente a su población. Las declaraciones que apoyan a los trabajadores mexicanos son de Jerry Dias, representante mayor de los sindicatos canadienses, en medio de las renegociaciones del TLC. Esos países que justo reciben mano de obra barata que huye de los bajos salarios en México y alimentan la columna vertebral laboral de EEUU y Canadá.
Ya parece el colmo de los colmos que con todo y esas declaraciones sigamos callados. Sin margen de maniobra para levantar la voz.
El déficit de ciudadanía nos mantiene impávidos frente a los abusos de los poderosos de este país. Y para muestra la #EstafaMaestra.
Los poderosos son varios grupos, no es un sólo personaje que teje los hilos a oscuras, son poderes visibles y muy claros que hasta ahora se los han dicho en su cara: el mejor negocio para unos cuantos es mantener a este país en la ignorancia y la pobreza, sobre-poblado, entre la ignorancia y la más infame pobreza. Para que los pobres, millones y millones, mantengan a las empresas de la Bolsa, comprando millones y millones diario, un litro de leche, una coca-cola, tv abierta y de vez en cuando una despensa a cambio de su voto seguro.
Lamentablemente no existe una verdadera voz que contrapese lo que está pasando. El supuesto paladín de los pobres está ocupado en seguir siendo impoluto y decirlo a toda voz, mientras en sus círculos más cercanos se muestra y se demuestra que son exactamente de la misma cosa que todos. Mr. impoluto Andrés Manuel López Obrador.
Insultante resulta nuestra nula capacidad de reacción, sin dignidad, sin voz, sin fuerza y sin nada. Mientras los que dicen que nos representan lo hacen mejor a favor de los intereses de Estados Unido incluso hasta mucho mejor que el mismo Demonio Naranja: Donald Trump. Y lo hacen en contra de la inmensa mayoría de mexicanos porque eso es un buen negocio para unos cuantos.
