¿El cine en México funciona como una industria? No realmente, porque no hay un mercado interno fortalecido. Y su visión al exterior es más de un buen embajador cultural que de un interés del público en el extranjero. ¿Esto es por mala suerte? No tiene que ver con la suerte, tiene que ver con cómo está cooptado el mercado global del cine por una sola y real industria que domina el globo. Esta industria la constituyen alrededor de trescientos mil trabajadores en una zona de California llamada: Hollywood. El lugar donde se establecieron los estudios desde las primeras décadas del siglo XX con la fiebre del oro y una buena luz para filmar en exteriores la mayor parte del año.
Ahora que se puso de moda cuestionar los tratados comerciales internacionales, cuestionar la idea de globalización por sus marcados intereses de mercado y que se ha enaltecido el discurso de los mercados internos y locales puede ser un buen momento para que exista una verdadera industria cinematográfica local.
El problema actual no es la producción o la falta de películas o incluso la falta de contenidos, hay para todos los gustos. El problema principal para el desarrollo industrial son los espacios en pantalla y la distribución. El acaparamiento de salas de los estrenos de las llamadas majors que funcionaban como estudios: Fox, Paramount, Warner, Buena Vista, Universal. Que ahora en realidad son conglomerados que absorbieron a los estudios: Sony, News Corporation, The Walt Disney Company, Time Warner, Viacom, Comcast. Esa cooptación de los sistemas de exhibición y distribución con unos altísimos presupuestos de promoción son los que dan la impresión de ser los únicos estrenos importantes que hay que ver. Sobre todo cuando llegas a las salas de cine y ves en un complejo de quince salas donde catorce en ocho horarios son la misma película del superhéroe del momento. Regularmente sucede en los estrenos de verano. Ahí es donde hay pocos espacios para que la cartelera sea más diversa y heterogénea y le dé oportunidad a todos los gustos e intereses. Pero básicamente tienes que ver la misma película al mismo tiempo que todo el mundo.
Las opciones parece que se están abriendo. Una verdadera industria local podrá generar riqueza, empleos y por la esencia del cine una actividad artística y cultural que genera fuertes lazos de identidad y riqueza cultural intangible que permite un verdadero crecimiento y consciencia de los individuos y su colectividad. Es un buen momento para pensar en la industria del cine sólida, saludable y diversa.