– Justo cuando en nuestra entrega anterior sosteníamos el debilitamiento de la administración Trump por los errores cometidos, el presidente de EEUU se lanzaba al escenario internacional con un acto de guerra que se defiende justificado por razones humanitarias –“una afrenta contra la humanidad”, nos dice Trump en su discurso de justificación del ataque-. También sostuvo lo siguiente: “Es vital para la seguridad nacional de Estados Unidos prevenir y contener la diseminación y uso de armas químicas letales”.
– El caso es que por órdenes de su Comandante en Jefe, militares estadounidenses atacaron la base militar siria Al Shayrat en respuesta al ataque químico del pasado lunes. Fueron lanzados 59 misiles Tomahawk lanzados desde el Mediterráneo por los buques estadounidenses USS Porter y USS Ross. Según la agencia oficial siria, Sana, el ataque provocó la muerte de 9 civiles, entre ellos 4 niños.
– Ciertamente no es la primera vez que tenemos un ataque con armas químicas contra civiles por parte del régimen de Al-Assad. Ese dictador ha demostrado verdadera capacidad sociopsicopática en el muy doloroso proceso de la guerra civil en Siria que ya cuenta con cerca de 400 mil muertos. Sin duda se justificará que sea procesado por crímenes de guerra por la Corte Penal Internacional.
– El cálculo político de Trump sigue una vieja tradición de los mandatarios estadounidenses: la de equilibrar las contradicciones o enfrentamientos internos abriendo frentes bélicos en el exterior. Ya ayer los medios de EEUU apreciaban la nueva imagen presidencial de Trump y avalaban su discurso de defensa humanitaria. Para los estadounidenses alinearse con el presidente en caso de confrontación con el exterior es una vieja tradición de nacionalismo a ultranza que sólo se vio disminuido en la guerra de Vietnam. Incluso ya se le reclama al ex presidente Obama de no haber sido más beligerante frente al dictador sirio.
– Sin embargo el ataque a Siria tendrá severas consecuencias geopolíticas y geoestratégicas. En primer término hacemos referencia a los aliados de Assad –Rusia e Irán- porque seguramente reconsiderarán su relación con Estados Unidos a partir del ataque de ayer. Putin ya denunció el ataque estadounidense como atentado a la soberanía de Siria; los iraníes también macaron su disgusto, pero lo más grave es que la cercanía de los ejércitos en el escenario permiten pensar en errores que pudieran llevar a otro tipo de situación bélica menos controlable.
– Recordemos: Siria sufre una guerra civil entre diversos grupos desde 2011. Todo comenzó con el efecto demostración de la primavera árabe y con el conflicto entre diversos grupos sirios, algunos respaldados por Estados Unidos y otros extremistas, que buscaban derrocar al régimen de la familia al-Assad. El problema se volvió más complejo cuando refugiados sirios y migrantes de otros países comenzaron a llegar en decenas de miles a Europa en el verano de 2015. Esto ha provocado que en el Viejo Continente y en EEUU tomen fuerza las corrientes fascistoides antiinmigrantes. En septiembre de 2015, Rusia entró en el conflicto en el bando del gobierno sirio. Ello implicó que los rebeldes perdieran terreno, y el apoyo de los bombardeos aéreos rusos provocó que el gobierno de Bashar al Assad comenzará a recuperar terreno. Pese a que la comunidad internacional presionó para que se removiera al presidente sirio, el presidente ruso Vladimir Putin siempre insistió en que debía permanecer en el cargo. Tras los bombardeos de Estados Unidos de este jueves, la guerra en Siria lejos de terminar, podría tomar otro impulso. Todo depende, principalmente, de la actitud que tome la Rusia de Vladimir Putin ante la ofensiva de Donald Trump.
– Por otra parte, cabe pensar en que sucederá con el ISIS –por sus siglas en inglés de Estado Islámico de Irak y Siria- y con las otras fuerzas jihadistas de fundamentalistas islámicos que ya festejan el ataque contra Assad, incluyendo a Al Qaeda, al Hezbolá apoyado por los iraníes, y a las fuerzas de rebeldes que se oponen a Assad y que ya estaban perdiendo la guerra.
– Se dice que un debilitamiento de Assad dejará un vacío de poder que traerá consigo un fortalecimiento del ISIS. Se recuerda que EEUU derrocó al dictador iraquí, Saddam Hussein, y el remedio fue peor que la enfermedad. Ahora bien, si se estudia el mapa de la confrontación en Siria se puede observar que existen una verdadera trama de enfrentamientos entre fuerza regulares e irregulares donde es difícil distinguir quiénes combaten contra quienes. Y ahora con la entrada de EEUU a la confrontación de modo más directo el escenario de conflicto se enreda todavía más.
– Para matizar, debemos tener presente que si bien el ataque aéreo de Estados Unidos a una base de Siria este jueves fue la primera vez que las tropas estadounidenses atacan directamente a las fuerzas gubernamentales sirias, la guerra aérea en dicho país es una constante. Hasta el pasado 2 de abril, la Operación Inherent Resolve (alianza de países de Occidente para combatir a ISIS) tuvo como blanco posiciones sirias controladas por ISIS tanto en Iraq como en Siria. Hablando de Siria, la mayor parte de los ataques aéreos estadounidenses los llevó a cabo la fuerza aérea estadounidense: realizando 7 mil 524, de acuerdo con cifras de Airwars. De hecho, desde abril de 2016 los ataques aéreos contra blancos sirios por parte de EU se incrementaron, pasando de más de 3 mil en 2016 a los 7 mil 524 hasta el pasado 2 de abril.
– Por ello vale preguntarse a qué tipo de arreglo podrán llegar EEUU y Rusia para acabar con la guerra en Siria: ¿Acaso Rusia está dispuesta a sacrificar a Bashar al-Assad? ¿Cuál será la posición de la OTAN y de la Unión Europea si la intervención de Estados Unidos se ve obligada al envío de tropas al escenario? ¿Arabia Saudita ya se manifestó a favor de la intervención de EEUU en Siria, pero cuál será la posición del conjunto de los países árabes? Israel por supuesto que apoya la intervención de Trump y está dispuesto a provocar un arreglo de cuentas con Irán para agravar todavía más el nuevo escenario: ¿Querrá Israel que se bombardeé también a Irán porque desconfía del arreglo alcanzado por Obama que supuestamente le impide a Teherán fabricar bombas atómicas?
– Ciertamente Trump al bombardear Siria mandó un mensaje al mundo de su disposición bélica en caso de necesidad; y su mensaje también se dirige a Corea del Norte con su programa nuclear y a todos aquellos que osen desafiar al estadounidense a partir de una definición laxa de seguridad nacional que incluye los caprichos de Trump mismo. Sin embargo, recuérdese que durante la campaña presidencial, Trump criticó a los líderes estadounidenses por involucrarse en conflictos en el Medio Oriente.
– ¿Ahora bien, a México en qué le concierne el ataque de Trump a Siria? Pues bien, en el mejor de los escenarios, puede ser que el conflicto del presidente supremacista con México y los mexicanos baje de intensidad. Quisiéramos, como ha sucedido en el pasado, que el presidente Trump entienda que cuando Estados Unidos tiene dificultades en el exterior los mexicanos siempre hemos sido el aliado confiable que ha sostenido buena parte del esfuerzo de la retaguardia productiva; si la confrontación en Siria crece se impondría la percepción de que es un absurdo soberano deportar a quienes sostienen la producción de básicos en Estados Unidos.