Todo tiene un límite y la corrupción en México ya rebasó todos los limites posibles. A tal grado que las noticias escandalosas de corrupción ya pasan como si nada en la opinión pública. Como si se hablara del pronóstico del clima en un día templado.
Así como la violencia y la impunidad, la corrupción ya se volvió parte del paisaje, parece que nadie se indigna con las millonarias cantidades de desvíos o de recursos que “desaparecieron”.
Las redes puestas al descubierto a través de diversas investigaciones periodísticas como la Estafa Maestra o de investigaciones oficiales de la Auditoría Superior de la Federación parece que no traen consecuencias reales. Muchas de las redes de corrupción apuntan al PRI, directamente con millonarios desvíos de dinero público a campañas y seguramente en ese caminito a varios patrimonios personales de prominentes priístas y de sus pequeños operadores. Una ruta de corrupción siempre se va engrosando en el camino con cada involucrado.
Falta saber de las corruptelas de los demás partidos pero el PRI sin ningún pudor a saqueado los dineros públicos de forma cínica. Parece que las investigaciones se quedan en los procesos a operadores de mediano rango, nunca tocan a las cúpulas judicialmente de manera directa.
El gobernador de Chihuahua decidió hacerle frente al pacto de impunidad. Abrió la cloaca del verdadero control político, económico y de poder que ostenta la SHCP. Soltando los dineros a los estados (y a todas las dependencias) casi a capricho.
Corral lo destapó, se mediatizó, se va a ir a tribunales, y al parecer no va a pasar mucho. Menos en año electoral. Esa gran simulación del sufragio tan cara y pesada que juega a que todos decidimos cuando la realidad nos ha demostrado que el fraude y las cúpulas, son realmente los que deciden.
Decían que se caería la clase priista cuando atraparan a Javier Duarte y este hablara y destapara todo. No ha pasado, lo mismo dicen del Duarte de Chihuahua pero parece que será igual, hay suficiente dinero público robado como para seguir dando cañonazos de dinero, que seguirá comprando justicia a la medida del mejor postor. No parece que en el panorama nacional alguien pague por la corrupción galopante. El que no tranza no avanza parece más vigente con nunca con el nuevo y renovado PRI y atrasito vienen todos los demás partidos.