Así como a finales de los noventa se ponían de moda las inversiones en empresas punto com, que subían como la espuma aunque con cierta desconfianza, así hoy las criptomonedas causan interés y desconfianza al mismo tiempo, sobre todo el famoso Bitcoin.
A estas alturas del inicio del 2018 existen alrededor de mil tipos distintos de criptomonedas pero la más conocida es el Bitcoin. Que dio un salto monumental en su valor a finales del año 2017 llegando casi a costar dieciocho mil dólares por cada Bitcoin.
Ha incrementado su valor de una manera escandalosa pero es lo que pasa regularmente en las inversiones novedosas, suben muy rápido, viene un rebote hacia a bajo y a partir de eso comienza a estabilizarse poco a poco hasta que encuentra su propio ritmo. Su rebote hacia abajo está sucediendo en estas semanas, cayendo a ocho mil dólares por Bitcoin.
Si la cultura del ahorro en México es bastante baja, la cultura de la inversión es todavía más baja. También el acceso a sistema financiero proporcionalmente al tamaño de la población es también muy limitado. Y las opciones más jugosas se van filtrando por quienes tienen acceso a cierta información y a las oportunidades para invertir.
Pero la esencia de la creación del Bitcoin tenía que ver con su democratización al otorgarle el valor a una moneda digital que no fuera regulada por los bancos centrales ni por los gobiernos para que realmente tuviera un valor frente al falso valor del dinero fiduciario que otorgan los bancos comerciales en deuda y que regulan los bancos centrales.
Esta aspiración independiente del Bitcoin se fue cuestionando en la opinión pública por supuestas posibilidades de fraudes y de lavado de dinero, cuando realmente es infinitamente más fácil lavar dinero con efectivo y en bancos comerciales como HSBC que tienen las puertas abiertas a los negocios más dudosos. Y sobre todo la fortaleza con el uso de la criptomoneda cuando tiene un libro de contabilidad digital abierto donde se establece el lugar preciso y el usuario que posee cada Bitcoin, frente al “secreto bancario” de los bancos “legales”.
Los gobiernos están haciendo intento por regular las criptomonedas porque es muy claro que el sistema capitalista no puede dejar de regular todo lo que pueda tener un valor en el mercado, esto obviamente inhibirá el crecimiento de las criptomonedas.
El furor sigue cautelosamente, habrá que calcular montos realistas y probar en la inversión de criptomonedas en este 2018 sin poner en riesgo el patrimonio porque una vez que se generalice su regulación, comenzará a decrecer el valor de las monedas digitales. Aunque algunos fondos de inversión globales ya comienzan a echar mano de las monedas digitales y reconocerlas, eso significa que habrá un crecimiento y uso cotidiano del criptodinero. En algunas empresas inmobiliarias en el mundo ya aceptan criptomonedas o Bitcoins para sus transacciones de compra venta. El bolsillo ya está cada vez más en la palma de la mano con los teléfonos inteligentes y las apps de criptomonedas sin banco de por medio. Depende de los usuario su buen uso y evitar que las regulaciones asfixien a las criptomonedas.