Partiendo del principio que el árbitro (INE) es de dudosa procedencia -porque parece juez y parte- justo por ser parte integrante de los presupuestos privilegiados que los condicionan controlan y de quienes los asignan (partidos en el poder) y no de los ciudadanos, como se hace creer, hay que ser prácticos como votantes, si es que se considera cada quien como tal, como ciudadano y como votante consciente que busca incidir aunque sepamos quién controla el algoritmo definitivo.
Al mismo tiempo que el árbitro privilegia a quienes ostentan el poder actual, no puede controlar o manipular absolutamente todo, y para ser muy prácticos hay que poner el foco en las campañas y en las elecciones locales. Más que en los estados en las cámaras locales y también en los representantes en las cámaras federales.
El cargo presidencial es una batalla oligarca, hay que ser realistas. El que logre negociar mejor con las verdaderas cúpulas será el que llegue o al que dejen llegar. Mientras, seguirá la guerra sucia, las mentiras, la manipulación y la confrontación para dividir, pero ese cargo presidencial es negociable. Y los corruptos de los últimos dieciocho años no lo quieren soltar por miedo o por avaricia.
Como ciudadanos hay que voltear a lo más inmediato y cercano para empezar a hacer verdadera presión política. Las pataletas de los privilegiados cupulares por las recientes administraciones seguirán haciendo ruido negativo de aquí al 1o de julio si sigue AMLO arriba como favorito.
Las diputaciones locales y federales de cada sección son la clave de nuestra re-educación ciudadana. Ellos son los que nos representan directamente, los que hablan en nuestro nombre y se proclaman a título nuestro.
Primero tienes que saber en qué distrito electoral vives. No son los mismos distritos los locales que los federales. Cambian de número por sección.
Hay que saber los nombres, perfiles, propuestas de los postulantes y votar por el que más te guste o el menos pior. Ese es el primer paso, saber las opciones, conocer sus propuestas y elegir. Porque una vez seleccionado el diputado local y federal que te representa en cada congreso (sea el que elegiste o no) hay que seguir su comportamiento y trabajo durante la legislación porque lo está haciendo a tu nombre.
Esta es una democracia representativa, la que “supuestamente” rige legal y políticamente a este país. Hay que saber quién te representa y exigirles para acabar con esa imagen del diputado huevón que sólo levanta la mano según la consigna partidista.
Hay que ponerlos a trabajar porque hacen lo que hacen en nuestro nombre, en tú nombre y hay que aprender a pedirles rendición de cuentas, estar sobre ellos, atentos, eso es suficiente presión para que se la piensen dos veces en hacer lo que han hecho los polìticos hasta ahora. Y de entrada ver si los postulantes han realizado su declaración patrimonial o la llamada 3 de 3 y exigir la presenten como candidatos y una vez publicada leerla.
Lamentablemente la democracia representativa divide, sería mejor la democracia directa o por consenso porque genera cohesión social, pero hacer consenso toma mucho tiempo y discusiones, esto es lo que tenemos y lo mínimo que podemos hacer es hacerlo funcionar como debe de ser y no como nos han hecho creer que funciona. Elige.