El Laboratorio para la Ciudad elaboró una encuesta a gran escala en la Zona Conurbada del Valle de México (ZCVM) para saber las constantes de la población en cuanto a su idea de los que ES o lo que les parece SER lo más representativo de la Ciudad de México. El Laboratorio para la Ciudad es un espacio de experimentación y análisis de nuevas formas de vivir y convivir en la Ciudad desde los más variados puntos de vista. Un espacio experimental para repensar la ciudad. Suena muy bien, a pesar de las dificultades para que esas ideas no sólo se queden en grupos de trabajo de investigación y noticias en redes sociales sino que bajen al cotidiano.
Esta encuesta buscaba generar insumos de ideas para los redactores de la constitución política de la Ciudad de México. Ahora congelada y en polémica entre la Cámara de Senadores y el Gobierno de la Ciudad de México.
Frente a la pregunta qué palabra asocias inmediatamente cuando se habla de la Ciudad de México en dicha encuesta, las personas inmediatamente respondían: Inseguridad, Tráfico, Contaminación. Y cuando se les preguntaba por un aspecto positivo la única constante fue: Cultura.
Así que dentro del imaginario colectivo de la población de la ZCVM lo que significa la ciudad para ellos primero que nada son valores negativos que lamentablemente son reales y cotidianos. De entrada no aparecen los positivos, hasta que se forza la pregunta. La idea de que la cultura es un valor por encima de la educación, las tradiciones, el turismo, etcétera, parece que nos coloca frente a una idea que debería repercutir mucho más en el cotidiano, en el desarrollo de la sociedad y sobre todo en su sustentabilidad económica casi como eje de desarrollo e identidad.
La oferta cultural es muy basta en la Ciudad de México. Desde la gran cantidad de museos hasta las ferias y fiestas patronales y fiestas cívicas. Librerías, cines, conciertos masivos, etc. Pero ?cómo repercute en el desarrollo de su población y en el desarrollo de su economía como eje? Parece que no repercute en nada.
Por otro lado existe un espacio de reciente creación denominado Grupo de Reflexión sobre Economía y Cultura con sede en la UAM Xochimilco que pretende analizar los fenómenos culturales desde la perspectiva económica y generar investigación, publicaciones y encuentros que fomenten de una manera más formal la visión económica de la cultura.
Desde estos puntos de vista, del Laboratorio para la Ciudad y del GRECU-UAM, el trabajo de investigación es muy necesario pero se debe traducir en esfuerzos reales de los ejecutantes, empresarios culturales, gestores y productores para que sea un verdadero motor de generación de riqueza e identidad para que las primeras palabras que nos vengan a la cabeza en la Ciudad de México sean: Arte y Cultura. Parece que las condiciones están dadas, ahora hay que hacerlo prioritario y efectivo desde el enfoque ciudadano.
