Se han dado a conocer recientemente los números oficiales de la taquilla del cine mexicano durante el año 2016. Los informes del IMCINE (Instituto Mexicano de Cinematografía) y de CANACINE (Cámara Nacional de la Industria del Cine) muestran un nuevo récord en el número de asistentes con 30,5 millones espectadores para el cine nacional, frente al récord anterior de 30,1 millones de asistentes del 2013 que parecía insuperable.
La diferencia en este pasado 2016 es que el pastel se repartió en más partes a diferencia del 2013 donde una sola película batió récords de asistencia. Ese año de 2013 No se aceptan devoluciones fue la gran puntera en la taquilla nacional. Ahora, en este 2016 pasado, se repartió más proporcionalmente entre Qué culpa tiene el niño, No manches Frida, Treintona, soltera y fantástica, La leyenda del Chupacabras, Compadres y Busco novio para mi mujer.
La taquilla nacional junto con el número de nuevas producciones por año parecen que están con buena salud después de décadas de incertidumbre y casi nula presencia de películas mexicanas que pelearan el interés del gran público. La producción se ha ido incrementando año con año y el interés del público parece que también va a la alza.
Son noticias muy importantes para una industria que sigue batallando frente a la maquinaria del cine norteamericano. Lamentablemente no todo lo que se produce llega a las pantallas y ni todo lo que se produce trae un cálculo de taquilla y no podemos meter las manos al fuego por los contenidos taquilleros que mantienen cierta lógica televisiva, no sólo por los actores que aparecen en las producciones taquilleras sino por el humor ramplón y en muchas ocasiones el elemento de diferencias de clase que marca el gag de una sociedad profundamente dividida por la falta de equidad.
Películas donde el argumento se sigue reduciendo a la circunstancias del personaje pobre en medio de los ricos y viceversa. Un recurso que la telenovela explotó hasta la náusea.
La gran ventaja es que hay para todos. También el incremento en número de producciones ha traído mucha calidad en el cine mexicano en otros circuitos, ventanas o festivales y lo mejor que está sucediendo es que parece que hay opciones para todos los públicos, ya cada quien escogerá en este 2017 qué le interesa ver y dónde.