El SAT, Hacienda y las Artes.

La tributación y las artes pueden parecer antagonistas. El ámbito de los impuestos y la creación artística son dos esferas que pocas veces creemos que se unen o se tocan. Sobre todo si pensamos en la complejidad de la creación, tasar una pieza y encima calcularle a su valor un impuesto. No sólo eso, la pregunta es ¿cómo un creador artístico está al corriente con hacienda? Muchas veces es más fácil irse por la libre solamente para no complicarse demás, pero hay programas federales de pagos en especie para los creadores, sobre todo para artistas plásticos.

Por ahí de 1957 a Siqueiros se le ocurrió proponer al fisco que los artistas pudieran pagar en especie, con obra, los impuestos al gobierno. Se le ocurrió cuando vió en apuros a un amigo pintor requerido por hacienda y quien no podía cumplir sus obligaciones fiscales. La idea se aprobó pero no se le dio forma legal hasta 1975.

Existe una Dirección General de Promoción Cultural, Obra Pública y Acervo Patrimonial en la Secretaría de Hacienda, es la encargada de administrar la obra donada, y resulta que es uno de los acervos de arte más importantes de América Latina. Hay obra de Rivera, Siqueiros, Anguiano, Toledo, entre muchos otros creadores. Los criterios de aceptación de obra pasan por un comité de expertos en arte que determinan si es susceptible de ser tomada como pago de impuestos.

Otra vinculación que se lleva a cabo de manera importante, aunque dudosamente transparente, para variar, son los estímulos fiscales para empresas que inviertan un porcentaje de sus impuestos en proyectos artísticos y culturales, en general.

El primer mecanismo al que se le dio forma fue una ley de hacienda que otorgaba estímulos a través de la inversión en cine. Las empresas pueden invertir en proyectos cinematográficos hasta el 10 por ciento de su ejercicio fiscal. Esto ha apoyado mucho la producción de cine en México. El mismo modelo se utilizó después para las artes escénicas y después para proyectos culturales y artísticos en general.

De modo que el mundo de los impuestos y las artes no está tan lejos como creíamos. Lamentablemente hay muchas prácticas que distorsionan el modelo de apoyos y estímulos donde se cuestiona mucho la operatividad. Existen prácticas salvajes por parte de algunas empresas o intermediarios en la operación de los apoyos. Pero sin duda la ingeniería hacendaria es un mecanismo activo para las artes en nuestro país.

siqueiros_0

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *