Una foto. Cannes. 70 aniversario del festival. Alfombra roja. Salma y su esposo, Del Toro, Diego, Gael, El Chivo, Cuarón y su esposa, e Iñárritu.
Juntos, elegantes, abrazados y felices. Exitosos, la punta del iceberg del cine nacional. Luego, un video de una fiesta festivalera cantando, los mismos, un México lindo y querido. Puro nacionalismo puro, tequila y maricahis, la fiesta mexicana para turistas que defiende el mexicano dicharachero después de dos tequilas.
¿Orgullo nacional o envidia nacional? ¿Ardidos todos los que los trollearon? Los que dijeron que faltaba Derbez y los que “photoshopearon” la foto poniendo las caras de El Caballo Rojas, Pedro Weber Chatanuga, Lin May, Alfonso Zayas, El Pirrurris, Rafael Inclán y ¿Leonardo Dicaprio? La publicó el Deforma como la verdadera foto del cine mexicano.
La foto original se hizo previa a la foto grupal de los invitados especiales de todo el mundo para la foto familiar de los 70 años del festival de Cannes. La revista Variety fue la que publicó primero la foto de los mexicanos solos con el encabezado “The mexican dream team”. De ahí se comenzó a compartirla, a celebrarla, a sacar el orgullo nacional y casi de inmediato a vapulear con un tono de envidia y resentimiento.
Unos reaccionando a los ataques, otros burlándose y otros con sentimientos encontrados. Hasta el Huffington Post México sacó una nota específica del cangrejismo mexicano que le tiró muy duro a los reconocidos cineastas mexicanos a partir de esa foto.
Hay para todos los gustos, pero lo que es una realidad es que representan junto con otros cineastas lo que ha dejado de hacer el Estado Mexicano desde hace varios sexenios frente al mundo. Ellos son los embajadores globales de México. Son respetados, admirados y con suficiente reputación. Son embajadores culturales muy bien parados frente a los ojos del mundo. Ni los boxeadores de hoy en día, ni los futbolistas, ni los representantes diplomáticos mexicanos tienen este valor agregado a los ojos de todo el mundo. Es el cine lo que nos representa con respeto. Lo otro que nos distingue ante los demás es el tráfico de drogas y ser la puerta trasera de EEUU.
A pesar que los proyectos de magnitud de estos artistas mexicanos representan poco a México, sus logros más importantes están al servicio de la maquinaria hollywoodense. Al servicio de esa maquinaria que asfixia al cine nacional. Salvo sus honrosas excepciones como Ambulante y los esfuerzos casi individuales por producir desde México son parte de su trabajo local.
En conclusión, la reacción que despertó a cada mexicano que vio la foto y reaccionó, es más un test de Rorschach, un espejo de sí mismo que la realidad de una foto de alfombra roja y caravana.