Administrar la abundancia.

Hay una diferencia muy grande entre hacer dinero y tener dinero. Una persona puede “generar” mucho dinero y no tenerlo.

Lo primero que debemos hacer es definir nuestra propia metodología. Porque puedes generar dinero a partir del crédito o deuda, pero ese dinero no es tuyo. Puedes hacer dinero sacando ventaja de los demás, vivir de tus proveedores y con esos elementos tener un estilo de vida de cierta ostentación que te permite mostrar en instagram una vida acomodada y de múltiples experiencias, pero ahí no estás haciendo dinero y no tienes dinero, tienes deudas.

Hay gente que hizo dinero a la mala, legal o ilegalmente y no lo puede disfrutar. Que es igual a no tenerlo.

Las verdaderas sociedades de opulencia eran los nómadas. Simplemente porque no se preocupaban por acumular. Todo lo que ven mis ojos es mío. Todo es mío y al mismo tiempo de nadie porque no hay necesidad de demostrarlo y por consecuencia la carencia es nula y la abundancia permanente a nuestro alrededor.

La gente no sabe qué es volverse rico. La gente quiere consumir, no generar riqueza y no es lo mismo. Para mucha gente consumir a diestra y siniestra es sinónimo de riqueza. Pero simplemente es dinero para consumir para comprame lo que yo quiera y eso puede ser satisfecho con deuda sin siquiera preocuparse por generar, de ahí la mala costumbre de pagar los mínimos de las tarjetas.

¿Cuáles son tus necesidades, cuáles son tus expectativas para cubrirlas? Y a partir de ahí, saber en qué posición estás.

Hoy las diferencias sociales son cada vez más marcadas o eres ultrarico, o clase media suicida (como nos gusta llamar a la mayoría por la adicción al crédito) o de plano aunque lo niegues, estadísticamente eres pobreza extrema.

¿Qué significa administrar la abundancia? Significa mucha responsabilidad pero sobre todo pensar. Sí pensar. Tener una disertación diaria con tu patrimonio, con lo que tienes hacia adelante y con lo que te ha costado hacerlo, con el tiempo hacia adelante. Saber qué es lo que vas a hacer con eso, hasta dónde quieres llegar.Hasta qué punto te va a satisfacer en lo personal, en lo económico y en lo profesional y de ahí saber si ya llegué a mis expectativas o si me falta un chingo. Siempre sabiendo hasta dónde quiero crecer.

La clave está en dar un buen resultado para tí y paras tus clientes, para permitir que la abundancia fluya para que lo disfrutes, cuando lo sufres ahí hay que parar.

Darte cuenta cuál es tu patrimonio en general y saber cuáles son tus debilidades en ese sentido y a partir de eso hacer una planeación a futuro, saber si los vas a utilizar o a reinvertir, esa es la clave de administrar la abundancia.

El capitalismo está basado en la promesa que todo el que genere un capital lo va a reinvertir y esa promesa a futuro es lo que mantiene al sistema financiero, una promesa. Confianza de futuro. No consumo en el presente.

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