Óscar González Yáñez, candidato del Partido del Trabajo (PT), anunció este viernes que declina a favor de Delfina Gómez de Morena en la contienda por la gubernatura del Estado de México.Desde la sede del partido en la Ciudad de México, González Yáñez anunció que esta decisión se debe a que es una oportunidad para derrotar al PRI en estas elecciones.
A sólo cinco días de que concluyan las campañas proselitistas para renovar el Gobierno estatal, el ex alcalde de Metepec agregó que: “en el PT queremos un proceso de transformación de la vida de los mexiquenses, que termine con la corrupción, el desempleo y la inseguridad”.
En la última encuesta de El Financiero, realizada en la entidad los días 20 a 23 de mayo a mil 200 electores del estado, la morenista Delfina Gómez contaba con el 29 por ciento de la intención del voto, mientras que el petista Óscar González tenía el 2 por ciento. El priista Alfredo del Mazo se ubicó en el primer lugar con el 34 por ciento de intensión de voto, el perredista Juan Zepeda tenía el 19 por ciento de las preferencias, Josefina Vázquez Mota, del PAN, el 13 por ciento y la independiente María Teresa Castell obtuvo el 3 por ciento, según el estudio.
El jueves, el dirigente de Morena, Andrés Manuel López Obrador, lanzó un nuevo ultimátum a los dirigentes del PRD, PT y Movimiento Ciudadano para ir juntos en los comicios del Estado de México y estableció un plazo para la definición de esos partidos: antes de los comicios del 4 de junio.De lo contrario, señaló el candidato de Morena a las presidenciales a modo de evidente chantaje político: “no vamos a poder ir juntos en el 2018, en la elección presidencial. Son tiempos para poner principios e ideales por delante. No se pueden términos medios. O estamos con el pueblo de México o estamos con la mafia del poder”. Por más que ahí cabe determinar si AMLO es el vocero del pueblo de México para hablar en su nombre como gesto de su habitual mesianismo.
El anuncio de González Yáñez del PT importa porque equilibra la contienda y pone más nerviosos a los priistas. Cabe reflexionar entonces, sobre qué harán los partidarios del PRD y del PAN en el momento de votar: los analistas se preguntan si se están creando las condiciones para que los electores ejerzan el “voto útil” y beneficien a Delfina para sacar al PRI de la gubernatura. Josefina está derrotada y los electores lo saben; Zepeda ha ido avanzando pero sigue estando muy por detrás de Del Mazo y de Delfina. ¿Acaso los perredistas de base entenderán que llegó el momento de quitarle el Estado de México a los priistas y para eso darán su voto favoreciendo s Delfina?
Por su parte el abanderado del PRD a la gubernatura del Estado de México, Juan Zepeda, declaró en La Nota Dura: “A pesar de sus errores que le han costado en dos ocasiones perder la presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador debe considerar una alianza de las izquierdas de cara al 2018. Al dialogar con Javier Risco, el ex alcalde de Nezahualcóyotl expuso que el político tabasqueño debe dejar a un lado su tono autoritario y unilateral ya que si piensa ir sólo con Morena en las próximas elecciones presidenciales año no ganará.
En ese sentido, Zepeda dijo que el dirigente nacional del Movimiento de Regeneración Nacional utilizó un tono amenazante para que declinara su candidatura en favor de Delfina Gómez: “Andrés Manuel me subió al ring y yo por dignidad le respondí”. No obstante, Zepeda recordó que en las elecciones por la presidencia municipal de Nezahualcoyotl del 2012, AMLO le ayudó a ganarlos comicios.
A su vez, Zepeda desdeñó las críticas efectuadas por varios compañeros del sol azteca, como Pablo Gómez y Leonel Godoy, en el sentido que no podrá ganar la gubernatura mexiquense. Para Zepeda dichos críticos son meros “políticos de escritorio” que no están hechos en las calles. Por otra parte, el aspirante perredista al Estado de México presume que a unos días de efectuarse los comicios, varias encuestas ya lo ubican a un punto de la morenista Delfina Gómez.
Finalmente, el abanderado del PRD comentó que el enemigo número uno en la entidad es el PRI por lo que llamó a los votantes mexiquense para cambiar el rumbo de la entidad el 4 de junio. Lo cual confirma lo que veníamos argumentando: Zepeda dice que ganará pero deja abierta la puerta para que los perredistas voten en contra del PRI.
Veremos que hace Zepeda en los próximos días y sobre todo que hará justo antes de que se cierren las campañas electorales. Realmente estará dispuesto con cargar el muerto de una derrota electoral de la izquierda después de que resulta evidente que no tiene la fuerza para ganar la gubernatura. Además cargaría con el odio de toda la izquierda si se pierde la elección en el 2018.
Se antoja que como buen político oportunista, Zepeda no dejará pasar la opción de colocarse en la simpatía de quien probablemente ocupará la Presidencia, meditará la posibilidad de quedar bien parado en el gobierno de Delfina, coqueteará con ser el siguiente candidato de la izquierda a la gubernatura y no quemará sus naves de otras posibilidades en las cámaras. Se entiende que se haya subido al ring para un entre con AMLO y que lo denuncie como autoritario; todo cabe en el calor de la campaña; pero no dejará de pensar en contentarse con el tabasqueño si entiende que tiene otras opciones.
Habrá que ver de qué manera podrían presionar a Zepeda tanto la presidenta de su partido, Alejandra Barrales, como los inefables Chuchos que siguen siendo poderosos enemigos de AMLO. Pero al final del día se impondrá la racionalidad política a menos de que Zepeda ya haya llegado a un ominoso acuerdo con el PRI convirtiéndolo en traidor a la causa que dice defender: la salida del PRI de la gubernatura.
