Trump trata de amedrentar a los negociadores mexicanos y canadienses antes de empezar a negociar (1):

-El presidente de Estados Unidos dijo en una entrevista con el Wall Street Journal divulgada el martes 25 de julio, sostuvo que por el momento Estados Unidos, Canadá y México están en una negociación sobre el TLCAN, después de la cual decidirá si el tratado será disuelto o: “podrá ser salvado…”; para después condescendiente señalar a modo de los perdona vidas: “tengo la obligación de darle una oportunidad”.

-Como se recordará los tres países iniciarán el proceso de negociación propiamente dicho a partir del 16 agosto, o sea que Trump con sus habituales imprecisiones provocadoras ya considera la negociación en marcha y, antes que otra cosa suceda, ya nos está amenazando con su salida si sus caprichos no son cumplidos.

-De esa manera y de nueva cuenta Trump pretende debilitar a sus contrapartes mexicana y canadiense dándoles la sensación de que todo estará perdido si se atreven a no cumplir con la voluntad. Más allá, queda la sensación que la guía de los puntos a ser negociados presentados al Congreso de EEUU por sus negociadores poco le importan

-Más temprano este mismo martes, el diario canadiense The Globe and Mail citó a un alto funcionario canadiense amenazó con que su país abandonaría el TLCAN en caso de que Estados Unidos insistiera en suprimir los paneles de solución de controversias del llamado Capítulo 19. Más tarde el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, dijo a ese mismo diario, que un mecanismo de resolución de conflictos es “esencial” en un renovado TLCAN.

-Para Canadá es fundamental contar con una manera de resolver conflictos comerciales fuera de los tribunales de Estados Unidos. Según el mencionado capítulo 19, ahora se permite la revisión de los diferendos entre los países signatarios por grupos independientes y binacionales en lugar de una revisión judicial por los tribunales nacionales en casos de derechos antidumping  y compensatorios.

-Como bien informamos en entrega anterior, Estados Unidos reveló la semana pasada sus prioridades para las negociaciones y entre éstas se incluyen el deseo de remover el Capítulo 19 y ponen a Ottawa y Washington en el curso de una posible riña cuando la renegociación del tratado cobre vida formal.

-Por su parte, la semana pasada, el representante comercial estadounidense, Robert Lighthizer, anunció que la primera sesión de negociaciones entre México, Canadá y Estados Unidos se realizará del 16 al 20 de agosto y estimó que serían siete rondas con tres semanas de separación entre cada una.

-Como es sabido, las negociaciones se llevarán a cabo a petición del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien amenazó durante su campaña de terminar el Tratado de Libre Comercio porque considera que es “un desastre” y “el peor tratado de la historia”, si no podía extraer un mejor acuerdo para los estadounidenses, esto es, si no puede imponer sus condiciones y los otros dos las aceptan incondicionalmente.

-Desde que el TLCAN entró en vigor, en 1994, Canadá ha participado en cerca de 73 paneles de controversia sobre artículos como ganado, magnesio, acero laminado en caliente, tubos catódicos, tomates de invernadero y papel súper calandrado, según el sitio web de la Secretaría del TLCAN, la cual es responsable de administrar los procedimientos del capítulo 19.

-Por parte del gobierno mexicano no sabemos bien a bien cuál será su estrategia de negociación porque, a diferencia de Estados Unidos y Canadá, no ha hecho públicas sus posiciones a ser negociadas. Sí puede contemplarse que mientras se aprestan las partes a negociar las deportaciones de mexicanos siguen creciendo día a día sin reproches por parte de la Cancillería mexicana dentro de lo que ha sido una verdadera política de apaciguamiento. Además se abandonó en la práctica el precepto de que había que negociar de modo integrado: TLCAN, migración, seguridad y narcoguerra.

-Según declaraciones de nuestro secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, se pretende crear condiciones para arribar a soluciones de ganar-ganar y pelearán contra algunas posiciones de Estados Unidos que suponen claro retroceso para el acuerdo trilateral. Y lo que aparece como uno de los puntos más difíciles para México es la negociación del déficit comercial favorable a México y que Trump quiere modificar a través de medidas unilaterales de compensación.

-Sabemos además que México tampoco sería favorable a que se eliminara el capítulo 19 sobre controversia;  quedando claro que en ese punto la posibilidad de alianza con Canadá está a la vista. Habría que ver en qué más podrían México y Canadá presentar un frente común ante el unilateralismo tendencial de Estados Unidos; por más que ya sabemos que los canadienses también resuelven sus asuntos a partir de una concepción estrictamente oportunista en relación a la defensa de los interese nacionales de Canadá  

-Finalmente, si bien Ildefonso Guajardo afirma que ve con beneplácito las posiciones externadas por la parte estadounidense en su documento de 18 páginas, no se ve de qué manera México responderá a las cláusulas sobre incrementos salariales y corrupción. Bajo una premisa contradictoria: ahora resulta que Trump el neofascista deviene por las circunstancias a ser el defensor de los intereses de la clase obrera mexicana.

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(1) Tratamos de nueva cuenta la próxima negociación del TLCAN porque sin duda será determinante en el proceso electoral del año próximo si acaso se cierra la negociación tan rápido como la parte mexicana espera.

Teamsters union members in San Diego rail against the NAFTA trade deal in 2011.

Teamsters union members in San Diego rail against the NAFTA trade deal in 2011.

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